viernes, 2 de febrero de 2018

La migración del venezolano

Triste realidad, la del venezolano del siglo XXI, que se ha visto precisado a emigrar en procura de nuevos horizontes y buscando mejorar sus condiciones de vida. Atras quedán sus ilusiones infantiles, sus sueños de adolescente y la mira se enfoca en la esperanza de que le vaya bien.

Y ¿por qué preocupa esto? Pues, por la masiva salida de compatriotas hacia otros derroteros. La conversación diaria nos dice: "se van huyendo en lugar de quedarse a luchar por su país", "son cobardes porque no buscan crecer y ayudar a crecer a Venezuela", "ya regresarán derrotados", estos y más son expresiones que he escuchado de amigos, más otras, cuya exposición posee basamento netamente político y trata de negar la realidad vivida en los tiempos actuales.

Pero, colocándome, en la piel del emigrante, y como psicólogo, observo que no es fácil tomar esa decisión. Justamente, por mi profesión he conversado, en consulta y también espontáneamente en encuentros casuales con conocidos y no tan conocidos que, emocionalmente queda un gran vacío en quienes se van. ¿Y en los que quedan? La familia queda resentida y maltrecha, entristecida. Vemos entonces que nos es solo la persona que se ve obligada a salir por la realidad país, son también los familiares que quedan preocupados, sin saber necesariamente cómo se encuentra la persona que se ha ido, cuál será el futuro que les espera.

Los motivos para irse, a pesar de que ya he hablado de la dura realidad que nos ha tocado vivir, son muy variados: busqueda de oportunidad laboral, lo cual no necesariamente significa encontrar un trabajo calificado ni bien remunerado, procura de tratamiento médico, ya que muchos han salido para tratar de encontrar tratamiento y asistencia para padecimientos actuales; procura de oportunidades profesionales, lo cual ha sido muy significativo pues, personas valiosas intelectual y profesionalmente han salido al considerar que, a pesar de su formación profesional, no es en Venezuela dónde podrán desarrollarse adecuadamente; otros han salido buscando la forma de ganar algo de dinero para enviar a los familiares que quedan en el país. Y quién sabe cuantas otras razones tienen las personas que se han visto obligadas a salir. Obligadas, porque la falta de oportunidad laboral, lo dificil de lograr adquirir los alimentos, medicamentos, productos de aseo diario, productos para el hogar, repuestos para los automóviles, vestimenta, etcétera; todo ello ha creado las condiciones para que el venezolano trate de buscar fuera lo que no encuentra en el país.

Pero volviendo al tema emocional, la tristeza y la incertidumbre hacen que la migración no sea un fenómeno fácil de analizar; haría falta un equipo multidisciplinario para realizar un estudio cercanamente preciso.

¿Es cobarde el emigrante? Para nada, es una persona que sabe que deja familiares que sufrirán, que a diario se preocuparán por ellos, por saber cómo les va en el lugar en el que se encuentren, que buscarán de cualquier manera obtener noticias de ellos. Y que se alegrarán ante cualquier comunicación: telefónica, por correo electrónico, vía Whatsapp, Skype o a través de terceros. Cualquier manera de saber acerca del familiar alejado les alegrará; pero no alejará la tristeza ni la incertidumbre, ni les hará sentir mejor; solo les emocionará momentaneamente pero luego regresará la realidad de preguntarse qué estará pasando con el emigrado.

Algunos dejan a sus padres, otros a sus hijos, otros a sus esposas o esposos; pero todos dejan su país. Lejos queda aquella época an que el venezolano salía a formarse y regresaba con conocimientos, que no se podían adquirír en país pero que luego contribuían a engrandecer a Venezuela. Hoy en día se emigra solo para trabajar, para obtener el dinero que aquí no lograrían adquirir.

Pero más triste aún resulta pensar en el futuro: ¿Qué será de Venezuela si su juventud, aquella de la cual se esperaría que contribuyera a su desarrollo, se ha visto desplazada del país? ¿Qué será de Venezuela si sus profesionales, la masa valiosa de personas formadas para el crecimiento de la nación, se van del país? ¿Qué será de Venezuela?     

1 comentario:

  1. Recuerden que sus comentarios se convierten en elemento valioso para la continuación de estas publicaciones; tranformandose, además, en motivo de discusión y crecimiento. Gracias

    ResponderBorrar